domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Dame más Gasolina?

Desde 1995, se consumen 24,000 millones de barriles anuales pero sólo se descubren unos 9,600 millones. Según un informe de Wood Mackenzie Consultants, las compañías descubren menos del 40% del petróleo necesario para impedir que las reservas conocidas disminuyan. (Paul Roberts, El fin del Petróleo).

Se dice que a principios de los 80 había menos de media docena de carros en Esmeralda. El “desarrollo”, las migraciones y la imposición de un nuevo modelo de vida y de consumo basado en la ostentación y el despilfarro, han disparado esa cantidad por encima de las dos centenas, esto sin contar motos y tuc tucs.

Dicen también que la adopción de este sistema de transporte supone, para sus usuarios, un importante gasto en combustible, siendo su principal preocupación conseguir el dinero suficiente para llenar el tanque, dejando de lado de donde salen y a donde van a parar los combustibles una vez se queman.

El petróleo es un combustible fósil que se encuentra bajo la superficie terrestre, tarda millones de años en formarse por lo que se dice que es no renovable. Se estima que la humanidad ha gastado ya la mitad del petróleo que había en el planeta, como quien dice hemos llegado a la cima de lo que se puede consumir y de aquí en adelante cada vez habrá menos.

Si nos encontramos en la cima, y si la bajada va a ser igual que la subida, fácilmente podríamos concluir que de reducirse gradualmente el consumo de combustibles fósiles, de aquí a 30 años, volveríamos a tener en la aldea los mismos 6 carros que había a principios de los 80.

Nada parece indicar que eso suceda, el consumo de petróleo sigue aumentando y de momento no se proyecta ninguna fuente de energía que pueda garantizar los niveles actuales de consumo energético. Así que lo más probable es que de la noche a la mañana nos quedemos sin carro y con los precios del pasaje en camioneta por las nubes.

El problema no radica en que nos va a tocar caminar de nuevo, si no en que dependemos del petróleo para cualquier actividad económica. Por ejemplo, la producción de alimentos es altamente dependiente de los combustibles, ya no estamos en aquellos años en que el pueblo producía todos los alimentos que consumía, hoy día la comida llega en camiones que viajan miles de kilómetros.

¿Qué pasa con el petróleo una vez se quema? Pues se convierte en gas (bióxido de carbono o CO2), se va para la atmósfera y forma una capa que impide que la energía que nos llega a través de los rayos del sol pueda retornar de nuevo al espacio exterior, provocando lo que los científicos llaman efecto invernadero, o calentamiento global, o cambio climático. Sus efectos son de sobra conocidos, hace cada vez más calor, a veces no llueve, otras veces llueve demasiado, tenemos huracanes todos los años, inundaciones, sequías que provocan hambrunas, etc., etc., etc.

Las soluciones, contrario a lo que se pudiera pensar, pueden ser muy sencillas y muy baratas, Carlos Taibo nos recuerda que “aunque la invención del automóvil permite aumentar considerablemente la velocidad de punta en los desplazamientos, si se contabiliza todo el tiempo invertido en trabajar para adquirir ese automóvil, para pagar los seguros, para hacer frente a la gasolina y a las reparaciones, entonces resulta que la velocidad media desciende a 6 km por hora… para la mayoría de los desplazamientos una bicicleta es mucho más rápida”.


por: El Farol del Ciego

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