domingo, 6 de febrero de 2011

Relación Antagónica: Población y Recursos Naturales

Por Mark Peñate
Dentro de todas las corrientes de pensamiento siempre ha existido una mínima responsabilidad ambiental, esto significa que escasamente se le ha puesto la atención merecida al balance que debe existir entre humanos y medio ambiente, solo durante los últimos 100 años se ha puesto énfasis en ello. En la década de los 20 de este siglo, Pigou (1948) sostuvo la necesidad de que las externalidades negativas sean contempladas por el Estado, imponiendo a sus responsables una tasa para contrarrestar los efectos de la contaminación. John Stuart Mill postuló: “Las disponibilidades limitadas de los recursos naturales impondrán los límites al crecimiento y desarrollo económico” indicando claramente que el mal uso de los recursos naturales presentes significará la privación de los mismos a las generaciones futuras. Otro interesado en el tema fue el Economista Tomas Roberto Malthus indicó que la sociedad tarde o temprano llegaría a un colapso, debido a que la cantidad de alimentos crecía de manera aritmética (se suman), mientras que la población humana lo hacía en forma geométrica (se multiplican); tarde o temprano se enfrentaría una crisis alimentaria sin precedentes, que comprometería el futuro de miles y millones de personas. 500 años antes de Cristo se calcula que la población mundial era de aproximadamente 100,000,000 habitantes de personas, mientras que para 2010 la cifra alcanzada es aproximadamente de 6,830,586,985 (según US Census Bureau) habitantes. Lo que significa un incremento de 6,830.59% aproximadamente.
El desmedido crecimiento puede visualizarse a partir de la Revolución Neolítica donde gracias a la aplicación de técnicas de cultivo(ganadería y agricultura) permitió una expansión sin precedentes en la población mundial.

A lo largo del tiempo hemos poblado de manera desmedida el planeta, debido al mejoramiento en procesos productivos, la aplicación de la tecnología a la producción, avance de las medicinas, alfabetización, la conquista y sometimiento de América y el aparecimiento de la agricultura de mercado (la cual desplaza a la agricultura de subsistencia). Lo cual significa que cada vez mas la población demanda alimentos, vestuario, energía, vivienda etc.

Lentamente a través del tiempo la naturaleza ha perdido la energía con la cual regeneraba sus diversas fuentes naturales. Culpable única y exclusivamente la humanidad de hacer perder ese equilibrio de auto regeneración. El avance de la frontera agrícola (destrucción de ecosistemas para utilizar la tierra con fines agrícolas), la gran cantidad de desechos, uso de tecnología y energías contaminantes, mal uso de la tierra, ríos, lagos, bosques, y la cada vez creciente población, han hecho del planeta un ser moribundo el cual no puede curar sus heridas y está destinado a sucumbir ante nuestra indiferente mirada.

Y mientras el deterioro medioambiental y climático se agrava, los pequeños productores agrícolas se ven seriamente afectados en su producción, ya que carecen de tecnología adecuada para poder lidiar con los bruscos cambios en los ciclos climáticos. Esto puede generar a largo plazo que la producción agrícola se polarice, y forme un monopolio regional, o mundial, donde la producción agrícola quede en manos de grandes compañías que posean la tecnología genética, de riego, y áreas optimas para cultivo; situación que claramente empieza a evidenciarse en el presente. Y dada esta Dantesca situación el pequeño productor quede desplazado al no poder competir en un ambiente cada vez más crítico, que necesite la inversión de fuertes sumas de capital para poder producir.

Existe un modelo básico que ayuda a explicar la manera óptima en que el hombre debería interactuar con la naturaleza. Un modelo conocido como “Economía Circular”; dicho modelo nos muestra que para producir el hombre necesita obtener los recursos que la naturaleza brinda, lo que a su vez transforma y logra convertir en bienes y servicios, algunos necesarios para la subsistencia de la misma naturaleza. La producción y el consumo generan desechos, de los cuales gran parte son absorbidos y reciclados por la naturaleza. Sin embargo la naturaleza posee una capacidad de asimilación limitada, ya que si esta se sobrecarga, la naturaleza no podrá regenerar y reciclar por si misma tales desechos. Pueden existir dos situaciones, que la cantidad de residuos sea menor a la capacidad de asimilación del medio ambiente (W ‹ A: Lo que significa que dichos residuos son reciclados naturalmente y vuelven a estar disponibles para uso y aprovechamiento del hombre), o que la cantidad de residuos sea mayor a la capacidad de asimilación de la naturaleza (W › A: Lo que significa que los residuos no pueden ser absorbidos en su totalidad por la naturaleza, lo cual genera serios desequilibrios en los ecosistemas, y se traducen para el ser humano como Externalidades Negativas). Por ejemplo, si una comunidad vierte sus aguas residuales a un río debe hacerlo tratando de retirar la mayor cantidad de contaminantes sólidos y químicos al momento de verterlas al río. Claramente desde el momento en que esa agua llega al río, los peces, animales y plantas que necesitan del río se ven afectados, y su ambiente no será nunca más el mismo.

Pero si se vierte una cantidad adecuadamente tratada de acuerdo a la capacidad del río, el

proceso natural hará que el mismo río pueda regenerar dicha agua.

Por el contrario si se excede la capacidad de asimilación del río se tendrá un grave problema, ya que no podrá de manera natural regenerar el agua, y esto terminara desapareciendo la biodiversidad del río, y además afectando a comunidades río abajo que utilizan el agua para fines de consumo, aseo, riego, etc. (Externalidad negativa).

Por otra parte, sabemos que los recursos naturales están divididos en dos principales grupos: Recursos No Renovables “RNR” (carbón, petróleo, minerales, etc.) y Recursos Renovables “RR” (agua, oxigeno, bosques, etc.). En el caso de los recursos no renovables su ritmo de aprovechamiento “h” siempre será mayor a tasa de crecimiento del recurso “y” (h › y); mientras que para los recursos no renovables existirán dos posibilidades: Si h › y (aprovechamiento mayor que la tasa de crecimiento) entonces las existencias del recurso disminuirán; por el contrario si h ‹ y (aprovechamiento menor que la tasa de crecimiento) las existencias permanecerán constantes o aumentarán, lo que permitirá que la utilización y regeneración sean sostenibles.

Es necesario ser consientes sobre la utilización que le damos a los recursos naturales, en especial en nuestro pueblo, donde la deforestación ha causado el principal problema para que nuestras cuencas hidrográficas no puedan recargarse. Hemos perdido entre el 79% y 85% de bosques nativos en nuestro departamento solo en los periodos de 1992 hasta 1998, y está únicamente en nuestras manos el hacer un uso racional y darle el cuidado necesario a las zonas de recarga hídrica que poseemos.


Un animal en perfecta armonía con su medio ambiente es un perfecto mecanismo”. Herbert George Wells.

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