domingo, 6 de febrero de 2011

Sigue Corriendo la Savia en el Mundo.

Esmeralda no es la excepción. La sangre convertida en savia de los árboles corrió por la plaza el mes pasado.
El 15 de junio de 1,969 vecinos de la aldea decidieron plantar árboles para adornar y dar sombra a la plaza. 41 años han pasado ya y parece mentira que la gente actúe de manera tan ciega cortando árboles.
Tengo 22 años y los árboles de la plaza han sido, entre otros, los árboles de mi vida, de mi infancia, los que me refrescaron y guardaron del ardiente sol bajo su sombra.
Cada rama que caía era la muerte, no solo para el árbol, era nuestra muerte. Era como un suicidio. Y es que cortar un árbol es suicidio para nosotr@s y todas las especies. Cinco veces nos suicidaron: cayó primero el árbol de fuego. Solo en la memoria y en un par de fotos queda el recuerdo de su fresca sombra en los días que el sol nos quería achicharrar; el recuerdo de sus flores que daban tributo a su nombre: fuego, ese color anaranjado que nos reconfortaba. Una caricia al alma era poder verlo.
Parece mentira que el calor creciente, que se siente poco a poco, no sea suficiente para reaccionar. Esta asfixia no es suficiente. ¿Cuántos suicidios faltan?
El sol, dador de vida, se está convirtiendo en nuestro asesino, gracias a nosotros los humanos. Los árboles son nuestra salvación, nos permiten ser libres: salir y respirar y hasta ser felices.
Yo sé que algún@s me pueden comprender. Aquell@s que están conscientes de que hay que amar y cuidar este planeta, porque es el único donde podemos vivir. Este mundo es suficiente para saber vivir y muchos no se han dado cuenta. Lo siguen destruyendo.
Dicen que los científicos andan haciendo investigaciones para descubrir si es posible la vida humana en otros planetas y han gastado un pistal en eso.
¡¡¡¡Qué importa si se puede vivir en Marte, en Júpiter, en Venus!!!! A mí me gustan los ríos del planeta tierra, sus montañas, sus bosques… es perfecto para tod@s l@s que lo habitamos, por eso estamos aquí, porque aquí es posible nacer, crecer, reproducirse y ser feliz. Cuidemos nuestro planeta. Si no lo hacemos YA, nuestro hogar-madre (la tierra) se destruirá, simple y sencillamente se destruirá. Por ende, todas las especies estamos en peligro de extinción.
Sabían que los árboles transforman el Co2 en oxígeno. El Co2 es la principal causa del calentamiento global. Así que, recalco: “los árboles son necesarios para frenar el calentamiento global”. Además, son un factor importante en el ciclo del agua ya que su sombra, aparte de darnos su frescura, permite que el agua de los ríos no se evapore y estos se sequen con los rayos directos del sol. El agua nos da vida.
Aprovecho este espacio para agradecer a tod@s aquell@s que están haciendo algo para cambiar el mundo: sembrando árboles, cuidando los que ya están, evitando gastar combustible, gastando solo lo necesario, etc. En especial agradezco a los amigos de Esmeralda: Jorge (Porona), Darwin (Chapa), Gustavo (Keepie), Pablo (Cejas) y otros más.
Del mismo modo invito a toda la gente a sumarse a este movimiento ecologista para beneficio de nuestro hogar-madre (el planeta tierra) y sus inquilinos-hijos (todas las especies del mundo).


Por Nohelia Flores

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