lunes, 15 de agosto de 2011

Naturaleza y Ser Humano

¿Qué es la naturaleza?
La naturaleza, por su orden de aparición, puede ser entendida en un primer adn01 momento como todo aque-llo que no es producto del mundo de lo humano. Lo natural desde esta perspectiva incluye el agua, las nubes, las plantas y los animales silvestres, los vol-canes, el pasto, el aire, la capa de ozono, las estre-llas, el sol, la luna,...etc.
Desde esta misma visión, si la naturaleza no es pro-ducto del humano, tampoco le necesita para existir ni para desarrollarse. Así, la naturaleza, ha cambia-do con un movimiento propio desde hace por lo menos quince mil millones de años.
Parte de esta tra-yectoria incluye la aparición de la vida... Pero esta no aparece de la nada. La vida es la continuación de lo que se le deno-mina materia “muerta”. La vida en determinado momento nace de lo muerto!, por lo que desde este instante no es posible concebir la vida sin la muerte, ni la muerte sin la vida.
La materia viva, una vez aparecida, conlleva la lógi-ca de la materia inerte. Así si la materia inerte se encuentra en constante cambio, la materia viva también lo esta. No obstante la vida conlleva sus propias leyes.
Es justo mencionar que esta posee la capacidad de reproducirse con cierta voluntad, se alimenta, se mueve, duerme, siente, se comunica y lucha por sobrevivir. La vida no es más que la continuación de la muerte en una lucha constante por vencerla.
Esta vida siempre se ordena de lo simple a lo com-plejo, como lo hace además toda la realidad. Así algo tan pequeño como el átomo, es lo simple que crea los complejos organismos vivos. Una piedra vista desde esta simpleza es igual –no idéntico– a una planta, un gusano, un gato o una persona por-que todos se forman de átomos. La simpleza de la materia inerte define a la compleja materia viva, así también a lo humano.
La naturaleza del ser humano
No hace falta demostrar que el ser humano es un ser vivo, ni que tan vivo es. Solo basta con señalar que al igual que los otros seres vivos que se conocen hasta el momento como: las plantas, los hongos, las algas o los animales también respiran,  comen, duer-men, se reproducen y mueren. Es una norma inevi-table del ser viviente. Pero así como la vida define al ser humano así se encuentra también definido por el mundo de lo inerte, de lo “muerto”. El ser humano se transforma constantemente y su existencia solo puede entenderse bajo esta lógica al igual que el resto de la materia del universo. El ser humano es, entonces, desde este aspecto, igual –no idéntico– a
una piedra, a los planetas, a las estrellas o al espa-cio. Este se rige por la mismas leyes de la física; aun-que como ser vivo también por las leyes de la vida. Por esta doble dimensión es correcto definir al ser humano como una “materia viva”. Aunque claro, este posee cualidades que lo diferencian de todo lo demás existente, tanto de lo inerte como de lo vivo, es decir que posee, una lógica propia.
Cultura y Naturaleza
Como se observa la esfera cultural no es distinta a la natural. La humanidad no es antagónica a la natura-leza. La cultura se ve enmarcada por su relación con la naturaleza, la cultura no es más que la forma en que los seres humanos se relacionan con el mundo natural aparentemente distinta a ellos. La cultura es en esta relación una mejor adaptación biológica a su medio porque le permite mayor variedad de respuestas a los organismos humanos para sobrevivir, para “explotar” mejor la naturaleza en su provecho.
Pero el ámbito cultural no sólo concierne a la relación del humano con la naturaleza esta se ve sobretodo definida por una relación más inmedia-ta e igual de importante: la relación entre humano y humano.
El ser humano dotado biológi-camente de la necesidad de estar en sociedad, al agudizar esta capacidad en la interac-ción con otros humanos, fue creando lo que se conoce co-mo consciencia que atañe al concepto de realidad. Esta necesaria relación influye sobre la relación de las distintas agrupaciones humanas con la naturale-za. El humano se enfrenta antes a otro humano an-tes de enfrentarse con la naturaleza, definiendo la relación con esta.
La cultura es la manifestación de la acción de las relaciones entre los humanos y entre estos y la na-turaleza.
Este concepto es útil para definir cuál es la relación actual entre los humanos relacionados bajo una lógica capitalista y entre estos y la naturaleza. Si en la actualidad el planeta entero es explotado desme-didamente como si este no tuviera limites, es por-que el mercado, una relación entre humanos, se cree desmedidamente infinito. La necesidad de ga-nancia de los grandes capitales necesita introducir cada vez más mercancías al mercado para obtener más ganancias, y como todo producto humano solo puede ser naturaleza transformada, una producción desmedida de mercancías solo puede significar una explotación desmedida del planeta. No se trata en-tonces de consumir m|s mercancías “verdes” o bio-degradables con una actitud consumista para salvar  el planeta, o de buscar mejores fuentes de energía renovables se trata de hacer tambalear la relación entre los seres humanos bajo una lógica de mercado para mejorar la relación con la naturaleza. Para de-tener la crisis ambiental se necesita detener la pro-ducción sin control de mercancías, y una de las ac-ciones más efectivas es detener nuestro consumo desmedido, llevar una vida de sencillez, sin lujos y sin excesos. El planeta se salva con menos capital!

Por: Francisco Arévalo, Arqueólogo

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