La migración actual es otra
consecuencia de la lógica capitalista con la que funciona el mundo. La
racionalidad de este sistema persigue únicamente la maximización del beneficio.
El origen de toda la riqueza está en el trabajo, y el
beneficio no es más que el robo de parte de esa riqueza generada por les
trabajadores, por les dueñes de los medios de producción y el capital. La otra
parte del trabajo que no es robada se devuelve a les trabajadores en forma de
salarios.
El salario es el precio que paga
el capitalista por comprar la fuerza de trabajo del trabajador/a. Les
trabajadores venden su capacidad de trabajar, no su trabajo. El capitalista se
apropia de toda la riqueza producida y paga a les trabajadores con una parte de
ella. Esta parte está destinada a garantizar la reproducción de la fuerza de
trabajo, es decir de les trabajadores y comprende los medios de vida. Cuando el
salario es inferior al precio de los medios de vida se produce la
sobreexplotación.
En nuestra sociedad el modo de
producción capitalista es el dominante, pero existe gran número de actividades
productivas no capitalistas, es decir, que no funcionan con la racionalidad
económica de valorizar el capital, sino que buscan producir bienes de uso.
Entre ellas se encuentra desde el trabajo doméstico, hasta las pequeñas tiendas, pasando por el trabajo de muches campesines.
Entre ellas se encuentra desde el trabajo doméstico, hasta las pequeñas tiendas, pasando por el trabajo de muches campesines.
El capitalismo permite la
existencia de estos modos de producción no capitalistas siempre y cuando los
pueda utilizar para aumentar la valorización del capital. Las mayoría de los productos de las pequeñas
tiendas son de empresas capitalistas que se ahorran grandes gastos en
distribución y amplían sus puntos de venta gracias a aquellas. El trabajo doméstico
y las actividades productivas para el autoconsumo hacen disminuir la parte de
los medios de vida de les trabajadores que tiene que ser cubierta por el
salario, disminuyendo el precio de la fuerza de trabajo.
A la vista de lo anterior
empezamos a vislumbrar cual es el papel de la migración en el modo de
producción capitalista. Grandes cantidades de personas en edad de trabajar,
despojadas de sus medios de vida por la expoliación de sus países de
origen, llegan hasta la puerta de las
empresas capitalistas deseando vender su fuerza de trabajo, sin suponer el más
mínimo gasto para ellas. Les capitalistas no han tenido que pagar absolutamente
nada para la creación de esa fuerza de trabajo, todo el trabajo doméstico, todo
la alimentación, educación, transporte, etc. es asumido por les trabajadores.
Esas grandes cantidades de
personas, viven en tales condiciones de miseria, que venden su fuerza de
trabajo por debajo de su valor y generan una sobrepoblación relativa de
trabajadores, lo que permite que les capitalistas se impongan en su batalla por
reducir los salarios, consiguiendo con ello maximizar sus beneficios.
Estos salarios, por debajo del
valor de la fuerza de trabajo (precio de los medios de vida), provocan el
surgimiento de actividades económicas no capitalistas que permiten la
supervivencia de la clase trabajadora, y disminuyen los gastos del capital.
Pero son precisamente esas
actividades no capitalistas la esperanza para el cambio. Desarrollando estas
alternativas al sistema, surgidas de la necesidad y de la virtud, y trazando
redes que rompan los mecanismos del capital para absorber la riqueza producida
por ellas, conseguiremos ir equiparando la correlación de fuerzas que nos
permita ganarle la batalla final al capitalismo.
Por: Lince
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